Después de nueve años en el beisbol profesional, Douglas Argüello sabe lo que hace al situarse sobre un montículo, o al menos eso esperan hoy en Chinandega, cuando abra la Final ante el Oriental.
Dueño de la probable mejor curva del país, Argüello es un zurdo firmado en el 2001 por Houston, donde se mantuvo hasta el 2010, pasando brevemente por Texas y habiendo llegado a Triple A.
Y aunque ha militado en varias ediciones de la Liga Profesional, es hasta ahora que logra imponerse gracias a su mejorado control, recta respetable, cambio dañino y desde luego su curva.
La clave de Argüello es su control. Si viene por la zona, es difícil. Es agresivo y tiene dos tipos de curvas. La misma rotación, pero a distintas velocidades. Suelta los envíos desde un mismo ángulo y eso lo hace impredecible.
Estudia mucho a sus rivales. Ayer mismo hizo un repaso a cada bateador del Oriental, junto con su coach Cairo Murillo, quien ha sido clave para estabilizarle su puntería. Tuvo 4-1 y 2.20, con 71 ponches en 73.2 innings. Y la batearon .202.
Su rival es Róger Marín (2-3 y 5.09), derecho firmado fugazmente por Filadelfia. Su arma es un splitball, con el que usualmente termina al oponente, pero puede lanzar su recta a 89-90 y ha mejorado mucho su cambio.
Quizá la mayor debilidad de Marín es su falta de concentración. Si su control no está bien, o los jueces no le cantan lo que él considera, se ofusca y pierde la cabeza. Es agresivo, pero a veces trata de hacer más y se complica.
Lo importante para hoy es que los fanáticos van a ver a dos lanzadores agresivos, tratando de prevalecer.
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